Reseña de Teo Sarabia Ariza
Desde los comienzo de la conquista española, en el
siglo XVI, hasta la introducción de los barcos de vapor en el río Magdalena, a
mitad del XIX, la comunicación entre las provincias del interior de la Nueva
Granada y los puertos del Caribe nunca fue fácil .
El Magdalena, única vía de comunicación,
siempre estuvo, sujeto a los períodos de lluvia que modificaban constantemente
su profundidad, caprichoso e indomable.
Pero el problema no era el río sino también la
desembocadura del final del río del caribe, por eso ninguno de los tres puertos
pudo aprovechar sus ventajas.
BELL Gustavo, “El Canal del Dique 1810-1840: El
viacrucis de Cartagena”, en BOLETÍN CULTURAL Y BIBLIOGRÁFICO vol. XXVI, No. 21,
1989.
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