El
autor en este capítulo tiene como objetivo el explicar el alcance histórico de
la obra de Juan Bautista Vico y la influencia de su pensamiento en su época.
La
visión Renacentista de vico se formula a partir de la peripecia humana, como
consecuencia de la primitiva visión Cristiana de la Historia, la cual fue el
anuncio del final del drama humano. Y sin embargo, por encima de tales
angustias, la Historia proseguía y aun podía decirse que se hacía cada día mas
rica en posibilidades (Historia continua).
Este paradójico rejuvenecimiento del mundo es lo que imprime el carácter
de la visión histórica de Vico. En este rejuvenecimiento de la Nueva Visión, es
la experiencia de la renovación.
La
Visión de Vico fue la sazón nueva “la nueva ciencia”, que aparece en su primera
redacción después de casi un siglo de los discursos de Galileo y de Descarte
sobre algo que es llamado también la “la nueva ciencia”,(la ciencia matemática
de la naturaleza), se le reconoce como ciencia solo a la Física y no a la
Historia. Vico sostiene una extraña
teoría del conocimiento, para Vico, la
mente humana es ante todo una sustancia racional, una cosa que piensa; en
cambio, la mente no es ninguna cosa, porque no posee la razón, sino que se
limita a participar de ella.
Considerando a la ciencia humana como la limitación de la Ciencia
Divina. Solo hay dos cosas que el hombre
verdaderamente hace: una de ellas es la matemática, la ciencia de lo abstracto;
otra es la Historia, el saber de lo más concreto, solo para ellas hay criterios
de verdad absoluta. Y por lo tanto,
absoluta y verdadera ciencia. La ciencia
es, ante todo, para Vico, al revés que para sus contemporáneos, ciencia de los
objetos no físicos, ciencia de la realidad espiritual.
Vico
hace, no una teología, ni siquiera, como hoy se dice, una psicología, sino una
física de la historia. Lo que él
pretende es, en efecto, establecer los principios de la “historia ideal
eterna”. Para él la historia es solo una
de las bellas artes, afirma que si hay un saber inseguro e improbable es
precisamente el saber de la naturaleza.
Parece ver en la obra de Vico unas nupcias de la naturaleza con la
historia, que tal matrimonio es la consecuencia del rapto de la primera por la
segunda, pues solo por la historia puede la naturaleza y, sobre todo la
naturaleza humana, ser penetrada y comprendida.
El
considera que hay un poder extraño al mundo y superior a él para que la
sociedad humana subsista en orden, es decir con Dios y resume que la historia
humana es como un rio y cuyos desbordamientos se llaman crisis y cuyos recodos
marcan los principios de nuevas etapas.
La historia es una serie de cursos y recursos, un vivir encajonado en
una libertad que existe solo porque hay, a derecha y a izquierda, las riberas
de una inexorable fatalidad.
También
indica que la suprema providencia debe vigilar el curso y recursos de la
historia humana para que ningún desorden sea permitido. Para Vico el hombre vive dentro de un cauce
que la historia ha excavado y no puede escapar de la trasgresión que va: de una
violenta restitución del orden establecido, o de una desorientación que es la
muerte.
En
el transito del orden al desorden y de este a un orden nuevo en el tiempo, pero
antiguo en la idea, es lo que se llama los cursos y recursos de la historia
humana. Es por esta razón la Visión
histórica de Vico, una Visión Renacentista, no solo por ser la culminación teórica
de ciertas experiencias (ideas claras y distintas) que alborearon en el
Renacimiento, sino también porque su eje lo constituye la fe en el renacimiento
perpetuo de la especie humana. La
historia ha nacido una sola vez con la creación de hombre, pero ha renacido muchas
veces y parece ir en camino de un renacimiento perpetuo (perpetua destrucción y
reconstrucción en si misma).
En
síntesis en esta Visión la Historia se convierte en un expediente de la especie
humana y el recurso es instancia de apelación, la renovación constante de ese
expediente. La verdad de la historia es
su agonía, la realidad de la historia su lucha.
En la agonía hay vida y la vida hay esperanza; seguir viviendo en el
consuelo, resistir es la lucha y la esperanza.
La vida es negarse a morir, y la historia es vida. Según Ferrater la Visión de Vico es magnánima
y tranquilizadora, si la historia es un expediente, al menos se tiene y
mantiene la confianza en la renovación perpetua. La filosofía de la historia de
Vico es la filosofía de la historia de los pueblos que se niegan a morir.
FERRATER José, “Vico o la visión renacentista”,
en: CUANTRO VISIONES DE LA HISTORIA UNIVERSAL, Alianza editorial, S.A, Tercera Edición, Madrid, 1996, pp 49-68.